“EL RECAMBIO GENERACIONAL FUE UNA CARICIA PARA LOS EX COMBATIENTES”

Guillermo de la Fuente, ex combatiente de Malvinas, habló con Primero Bahía para recordar esta fecha tan conmovedora para todos los argentinos.
“Teniendo en cuenta el tema de pandemia y la situación tan delicada que estamos atravesando se decidió hacer un acto con un protocolo bastante reducido en un espacio público, se va a realizar el acto manteniendo distanciamiento social a las 10 de mañana”, indicó Guillermo sobre el acto oficial que se realizará en el día de hoy en homenaje a los caídos de Malvinas.
Además afirmó que “ayer pasó algo muy importante, cuando realizamos la vigilia, son tiempos de encuentro además del reconocimiento de la gente, fue una sensación extraña el tener que darnos la mano o chocar el puño”.
A 39 años de la guerra de Malvinas recordó que “uno va procesando distinto lo que le pasa y va teniendo otras miradas. El recambio generacional ha venido a ser una caricia para los veteranos, porque los de nuestra época vivieron la guerra de una forma extraña, en ese momento quedamos relegados y no importaba si peleamos bien o no, solo contaba que habíamos perdido. Los chicos jóvenes pudieron mirar desde otro lugar lo que pasó y hace sentir más orgullo y que se haga más visible. Yo recuerdo compañeros nuestros que no participaban de los desfiles porque podían perder el trabajo, hoy hablar de la Guerra de Malvinas es un orgullo en cuanto antes era una complicación”.
“Esto no tiene nada que ver con dos islas sino que nosotros peleamos por Argentina, nos merecemos el respeto de todos”, indicó.
En cuanto a cómo vivió la guerra, Guillermo afirmó que “volví a Bahía el 23 de junio, quedamos prisioneros hasta el 21 en el Puerto Argentino y un barco británico, fuimos a campo de mayo, no tuvimos un recibimiento acorde a lo que hicimos sino que era un tratamiento de lo que íbamos a decir al llegar a casa. Fue muy extraño, en la ventanilla del tren donde estaba mi padre preguntando por mi y me daba vergüenza porque habíamos perdido la guerra. Nadie nos explicó que pasaba después al igual que a la sociedad, creo que nadie sabía, sería mezquino decir me trataron mal y la gente por ahí te lastimaba. Ganamos la guerra de la malvinización, se realizó un mecanismo de convivencia y que instaláramos el tema de Malvinas en la sociedad”.
“Es lamentable en todo este proceso la cantidad de compañeros que nos han ido dejando en la post guerra. Tengo compañeros muy jóvenes que fallecieron por no tener la contención necesaria. Me preguntaron si volvería y le dije que ni loco, nadie puede volver a un lugar del que nunca se fue. Trabajo en un programa de salud mental para los ex combatientes, vivo con Malvinas, es una marca de fuego que tenemos todos, en marzo todos arrancamos con una tristeza, una melancolía y hasta que no pasa el 14 de junio es como que es incómodo y molesto, pero la vida sigue y hay que construir un país mejor”, dijo De La Fuente.
También destacó que “a nosotros nos tocó algo muy violento que fue entender que éramos soldados de la patria, lo cual era inconstitucional, nos tocó sentirnos soldados de la patria, asumimos un rol y tratamos de llevarlo a todas nuestras áreas de la vida. El año pasado asistimos a un barrio con el centro de veteranos, para ver que pasa con la gente y estar presentes. Cuando voy a las escuelas trato de decirles que sean la mejor versión de ellos mismos para que el país siga creciendo. Recuperar Malvinas es un sueño muy grande”, sentenció.