Marcos Díaz y los penales hicieron justicia para Talleres

Las atajadas de Marcos Díaz y también los penales convertidos por Mateo Retegui, Guilherme Parede y Joel Soñora en la serie definitoria, evitaron una injusticia. Hubiera sido un exceso que Vélez se alzara anoche con la clasificación a los octavos de final de la Copa Argentina luego de haberle empatado a Talleres en el tiempo adicional.

Sobre todo en el comienzo de cada tiempo, la “T” transitó los mejores tramos de la idea futbolística de su técnico, Alexander Medina. Presionó y recuperó rápido la pelota en la mitad de la cancha, desde allí la movió con claridad y soltura y tuvo llegadas de sobra como para ampliar la diferencia que había conseguido el uruguayo Michael Santos a los 12 minutos de la etapa inicial.

Sin embargo, no pudo rematar el partido. Perdió intensidad y juego tras aquellos buenos arranques, y Vélez, que casi siempre corrió el trámite desde atrás y que jugó con uno menos los 20 últimos minutos por la expulsión del lateral izquierdo Francisco Ortega, le terminó igualando cuando el reloj parecía sentenciarlo a la derrota.

No debió haber pasado Talleres la angustia de los tiros desde el punto penal. Por eso se celebró tanto esta victoria que puso al equipo del barrio Jardín en los octavos de la Copa, en los que enfrentará al ganador del cruce entre Estudiantes de Río Cuarto y Huracán Las Heras de Mendoza en fecha y lugar a designar.

De todos modos, “el Cacique” Medina debe haberse marchado con buenas sensaciones de la cancha de Banfield. Talleres tomó con manos firmes el timón del juego y supo controlar a los mejores valores de Vélez. Ni los juveniles Luca Orellano y Thiago Almada, ni los expertos Federico Mancuello y Juan Ignacio Lucero ni los cinco cambios que metió su entrenador Maximiliano Pellegrino hicieron un aporte desequilibrante. En el mejor de los casos, el conjunto del barrio de Liniers pudo equilibrar el partido. Pero más allá de alguna llegada aislada y de los bajones cordobeses, nunca pudo superar el mejor fútbol que Talleres desplegó de a ratos en el Sur del Gran Buenos Aires.

La seguridad del ecuatoriano Piero Hincapié (cada vez más afirmado como segundo marcador central), el nervio y el criterio para quitar y pasar de “Fede” Navarro y de Méndez en la mitad de la cancha y los piques de Diego Valoyes por todo el frente de ataque merecían un final con más desahogo.

Pero hubo que esperar hasta los penales, donde Marcos Díaz se hizo héroe, para asegurar la clasificación que mantiene vivo a la “T” en todos los frentes. Poco antes de empezar su aventura por la Copa Sudamericana. El gran objetivo del año albiazul.

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